miércoles, 1 de agosto de 2012

AMERIZAJE

Siempre que un avión sobrevuele en agua, debemos tener la conciencia de que debemos estar instruidos, tanto pasajeros como tripulantes, de que hay un riesgo mínimo, pero que existe, de que una aeronave acabe en el agua.




Un amerizaje es el acto deliberado de poner la aeronave sobre el agua, con el propósito de abandonarla. Es un hecho premeditado y llevado a cabo con el conocimiento de que la ejecución del aterrizaje en agua es posible y así, los tripulantes poder usar las mejores alternativas de escape, supervivencia y rescate.
Ésta situación premeditada generalmente ocurre durante el vuelo (en altitud de crucero) y en la mayoría de los casos, es el eslabón final de una serie de fallas mecánicas mayores, que determinarán si la continuación del vuelo es posible.
El amerizaje ocurre en mar abierto, no hay tierra cerca y el tiempo de rescate es bueno, generalmente, de 24 a 48 horas posteriores al impacto.
La prioridad en el amerizaje es la evacuación inmediata y uso de los recursos a bordo de la aeronave.
Ahora bien, un acuatizaje es un acto imprevisto, súbito; no hay tiempo para instruir a los pasajeros y generalmente se presenta en despegues o en aterrizajes, por lo que ocurre cerca de los aeropuertos o de tierra. El tiempo de rescate es rápido, probablemente dentro de los primeros minutos después del impacto. Se tiene como prioridad el uso de los medios de flotación, como los cojines flotadores y toboganes lancha, para la supervivencia.
Al asignar una categoría al equipo de flotación, queda de la siguiente manera:
  • Bueno: Es aquél que permite flotar en el agua, es decir, los cojines flotadores.
  • Muy Bueno: Es aquél que además de permitirnos flotar en el agua, nos permite tener las manos libres, éstos son los chalecos salvavidas.
  • Ideal: Es el que nos mantendrá secos y fuera del agua, éstos son las lanchas y los toboganes lancha.
Por disposiciones de la Agencia Federal de Aviación (F.A.A), las lanchas deberán ir a bordo de toda aeronave que se aleje 120 minutos de la costa. La D.G.A.C. indica que son obligatorias en los vuelos que se alejen más de 90 minutos de tierra.
La demostración del equipo de flotación debe darse en todos los vuelos que se alejen de la costa 30 minutos, o si durante la maniobra de despegue o aterrizaje se tiene que sobrevolar mar.
Una vez que se sobrevive al impacto y se ha evacuado la aeronave, el siguiente reto es el de sobrevivir a los elementos. Éste pudiera ser el objetivo más simple de todos, sin embargo, no debemos confiarnos ya que un error puede ser mortal.
Existen innumerables retos físicos y mentales que son necesarios superar para mantener la vida. Esto incluye la habilidad para trabajar en condiciones inusuales y adversas; es necesario conocer y utilizar todos los recursos disponibles y tener cuidado con los factores humamos que envuelven la supervivencia. Las acciones inmediatas incluyen:
  1. Alejarse del avión y de cualquier parte metálica. Pero mantenerse a una distancia prudente de la misma, ya que los esfuerzos por rescatar supervivientes serán dirigidos hacia ésa zona.
  2. Búsqueda de supervivientes. Reunirse en un grupo tan grande como sea posible y contar a los sobrevivientes. Algunos podrían estar inconscientes o heridos, por lo que debemos aplicar primeros auxilios.
  3. Hacer un inventario del material disponible, tales como botiquines, agua, víveres, lámparas, etc.
La regla principal es no mojarse o, si ya se está mojado, tomar las precauciones necesarias para evitar factores que ponen en peligro la supervivencia, tales como la deshidratación, el hambre, mareos, insolación, fatiga, pánico, quemaduras solares, la hipotermia, entre otras.



Responsabilidad de los tripulantes durante la evacuación.

Mantener la calma para poder aplicar adecuadamente los procedimientos de emergencia, de ésta manera se tiene el control de la situación y el nivel de ansiedad de los demás logrará disminuir; así como también dar instrucciones claras y precisas manteniendo un todo de voz autoritario y evitar las confrontaciones entre los supervivientes.
Nunca debemos regresar a la aeronave, bajo ninguna circunstancia y en medida de lo posible, hay que evitar que los pasajeros intenten lo mismo. Para ello, debemos contarlos y reunirlos a una distancia segura de la aeronave y proporcionarles todo el apoyo físico y psicológico posible.
Es muy importante recalcar que las situaciones y procedimientos aquí expuestos son imaginados en circunstancias ideales, es decir, que la aeronave quedara intacta al momento del impacto, que quedara en una posición adecuada, que no habrá oleaje fuerte, o que no habrá fuego , que todas las salidas quedarán operativas, etc.
Pero es posible que éstas condiciones NO existan o no se presenten en el momento del impacto contra el agua. Por ello y debido a que es casi imposible enumerar todos y cada uno de los detalles que pueden presentarse, los y las sobrecargos debemos estar preparados siempre para improvisar en caso de ser necesario, ya que cada incidente tiene sus muy particulares características.

Tomar la iniciativa y usar nuestro buen juicio son parte integral de nuestros deberes como sobrecargos.

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