Inquietud, tenacidad, pasión y convicción son algunas de las cualidades que caracterizan a las mujeres que deciden ponerse a los mandos de un avión.
Sin lugar a dudas, si algo tienen en común estas mujeres es su pasión por el vuelo, su espíritu aventurero y, principalmente, la vocación. Por fortuna, existieron hombres que ayudaron a la incorporación de la mujer en la aeronáutica.
1º fue la primera mujer que voló sobre campo abierto
2º realizó el primer viaje de ida y vuelta de una ciudad a otra sin hacer escala
3º fue la primera mujer en volar con un pasajero
4º compitió en varias carreras y estuvo presente en Barcelona en 1911 en los vuelos realizados para conmemorar el primer vuelo realizado en España.
Una de las pioneras y quizás la más famosa mujer aviadora fué Amelia Earhart, su nombre recorre el mundo en películas, libros y biografías.
Amelia Earhart fué la primer mujer en volar en solitario atravesando sin escalas el Océano Atlántico, bautizando a su avión “Nave Amiga”. Realizó varias travesías que fueron seguidas en diarios y filmadas, era esperada con aplausos y alegría en cada lugar que llegaba con su Nave Amiga.
Recorrió Hawai – Los Ángeles en 18 horas, Los Ángeles – Nueva York en 12.
El 20 de mayo de 1937, antes de comenzar la 2ª Guerra Mundial, partió junto a un mecánico, para realizar un vuelo alrededor del mundo en bimotor. Cruzaron América del Sur, África, India, Nueva Guinea, y de pronto desaparecieron. Su ambicioso plan no tuvo un final feliz. Pueden haber caído al mar por falta de combustible o como dicen algunos, haber sido capturados por los japoneses, creyendo que eran portadores de una misión secreta.
Pero Amelia Earhart no fué la única mujer pionera en la aviación. En 1929 una francesa llamada Helene Boucher, ganó el rally aéreo desde París a Saigón.
Al año siguiente de esta hazaña femenina, Amy Johnson realizó en solitario un vuelo desde Londres hasta Australia en un biplano pequeño, empleó 19 días para llegar al lado opuesto del globo terráqueo.
En 1953 Jacqueline Cochran, norteanericana, fué la primer mujer que voló a mayor velocidad que la del sonido.
En 1959 una francesa, Jacqueline Auriol, voló a casi dos veces más que la velocidad del sonido, a unos 2200 km/hora.
Muchas otras incluso una uruguya llamada Aris Ema Walder quien hizo su debut como aviadora junto a su esposo en 1928, muchas de ellas hicieron que las mujeres ocuparan un rol muy importante que se creía que sólo podía ser ocupado por hombres.
En la actualidad hay casi la misma cantidad de pilotos mujeres que de hombres, tanto de aviones como de cohetes espaciales, las mujeres van abriendo paso a la igualdad total de género.
Otras mujeres a destacar son la americana Harriet Quimby, primera mujer piloto en su país, que compró una avión Bleriot y fue la primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha. Formó equipo con Matilde Moisant; volaron en todaslas exhibiciones en el sur y en el Este de Estados Unidos. Quimby murió en un accidente como consecuencia de un fallo mecánico de su avión en Harvard.
Un segmento de la aviación donde la mujer ha logrado también abrirse paso es el de Mecánico de Aviación.
Es un hecho que la mujer ha llegado para quedarse en el mundo de la aviación, y a todas ellas, aunque no se les haga justicia en éstas líneas, mi más sincero reconocimiento por su profesionalidad y compromiso con la industria aérea.
Nosotras ¡también podemos!
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