miércoles, 7 de noviembre de 2012

HIPOXIA

El principal limitante del ser humano para la exposición a la altitud durante un vuelo, lo constituye la hipoxia, la cual se considera la emergencia médica más grave durante el vuelo.

HIPOXIA

La hipoxia se define como la disminución del aporte de oxígeno a las células, lo que limita la producción de energía a niveles por debajo de los requerimientos celulares.

CAUSAS

La presión de la atmósfera como consecuencia de la reducción progresiva de la densidad atmosférica.
De conformidad con la Ley de Dalton de los gases, conocida como Ley de las Presiones Parciales, al reducirse la presión atmosférica se reduce consecuentemente la presión parcial de los componentes de esta mezcla gaseosa, entre los cuales figura el oxígeno (O2) con una composición porcentual de 20.9%, la cual se conserva sin variación ostensible hasta una altitud de 100 km.

RESPIRACION Y CIRCULACION

Cuando respiramos aire atmosférico al nivel del mar, estamos inhalando oxígeno a una presión de aproximadamente 159 mms/Hg con lo cual satisfacemos plenamente nuestras necesidades de oxígeno, ya que con esto el 97 y 98% de la hemoglobina contenida en los glóbulos rojos de nuestra sangre circulante se combina con el oxígeno al nivel de los pulmones y mediante la circulación sanguínea transporta ese oxígeno a todos los tejidos de nuestro cuerpo.
Una persona expuesta a la altitud, sin ningún sistema de apoyo, respirará un aire con una presión parcial del oxígeno reducida, lo cual ocasiona que una presión menor de este gas llegue a nuestros pulmones y consecuentemente menos hemoglobina se combine con el oxígeno, provocando con ello un déficit de este gas, que como se ha mencionado anteriormente, constituye la hipoxia.

CLASIFICACION DE LA HIPOXIA

La hipoxia provocada por respirar aire con una presión parcial de oxígeno reducida, como sucede en la altitud, se clasifica como hipoxia-hipóxica.
Una hemorragia, una deficiencia nutricional y otras diversas causas, dan lugar a una disminución de los glóbulos rojos y/o de la hemoglobina en nuestra sangre circulante, lo cual se conoce como anemia; esto ocasiona una reducción de la capacidad de la sangre para transportar el oxígeno a todos los tejidos de nuestro organismo ocasionando otro tipo de hipoxia, clasificada como hipoxia anémica.
El humo del cigarrillo que inhalan los fumadores o el humo que expulsan los escapes de los motores de combustión interna, contiene un gas llamado monóxido de carbono (CO); la hemoglobina de nuestros glóbulos rojos se combina con este gas (Hb + HbCO) con una afinidad 210 veces mayor que con el oxígeno formando carboxihemoglobina, con lo cual dicha hemoglobina no puede transportar el oxígeno, ocasionando un déficit de este gas clasificado como hipoxia por anemia fisiológica o hipoxia hipémica.
Otro tipo de hipoxia es la clasificada como hipoxia estática que se produce, por ejemplo, en el vuelo de una aeronave, durante un ascenso brusco, que ocasiona un desplazamiento de la sangre hacia las porciones de declive del cuerpo por efecto de las fuerzas de aceleración generadas durante esta maniobra; ello produce una reducción del aporte sanguíneo hacia la mitad superior del cuerpo, que da lugar a una deficiencia de oxígeno o hipoxia.
Finalmente, existen ciertas sustancias que por su carácter tóxico impiden la utilización del oxígeno, por parte de los tejidos, provocando consecuentemente otro tipo de hipoxia que se clasifica como hipoxia histotóxica. Entre dichos tóxicos el más común y el más frecuente de todos, es el alcohol etílico contenido en todas las bebidas alcohólicas, además de la intoxicación por algunos metales pesados como cianuro, plomo y arsénico.
La importancia de conocer esos diversos tipos de la hipoxia radica en el hecho de que una misma persona puede estar expuesta al mismo tiempo a uno o varios de ellos, sumando en este caso la gravedad de sus efectos, y que éstos se manifiesten a una menor altitud. Por ejemplo, un piloto volando una nave no presurizada a diez mil pies, ya por ello está sujeto a una hipoxia hipóxica; si esta misma persona es fumadora, está bajo los efectos de una “resaca” producto del alcohol ingerido la noche anterior, y si padece hemorroides sangrantes o alguna otra enfermedad con pérdida sanguínea, se encuentra con un grado de hipoxia mayor al correspondiente a la altitud de su vuelo de diez mil pies, debido a que su concentración de oxígeno es mucho menor, con lo cual el riesgo para su salud y seguridad es mucho mayor.

SINTOMAS

La característica de los síntomas de la hipoxia es su carácter insidioso o traicionero, es decir, la persona afectada no es capaz de detectarlos ni percatarse de ellos, porque no producen dolor ni ninguna otra molestia. Por el contrario, quien está afectado por un estado avanzado de hipoxia llega a sentirse eufórico, contento y puede llegar a la pérdida del conocimiento y hasta a la muerte, sin haberse percatado nunca de su situación anormal. Esta es la razón por la cual se considera a la hipoxia como la emergencia médica más grave en vuelo.
Otra característica de la hipoxia es que cuando una persona afectada llega a recuperarse al proveerle un aporte adicional de oxígeno, no recuerda absolutamente nada de lo que le aconteció ni de la precaria condición física y mental que le produjo su deficiencia de oxígeno.
Los síntomas de la hipoxia varían en su gravedad y en su incidencia de una persona a otra, y aun en la misma persona en diferentes condiciones, pudiéndose mencionar como factores que pueden predisponer a una mayor gravedad y a una mayor incidencia, los siguientes:
  •  Una condición física deficiente, sobre todo de tipo cardiaco o respiratorio.
  • La fatiga física.
  • El hábito de fumar.
  • La ingestión de bebidas alcohólicas.
  • La aclimatación a la altitud.
  • La altitud de vuelo.
  • El tiempo de exposición a la altitud.
  • Angustia.
  • Tensión
  • Ansiedad.

Los síntomas de la hipoxia tradicionalmente se han descrito en varias etapas tomando en cuenta la altitud del vuelo y el tiempo de exposición a la altitud.
Considerando lo anterior, los síntomas son los siguientes:
  1.  Etapa indiferente. Se presenta entre el nivel del mar y la altitud de diez mil pies, con un tiempo de exposición máxima de dos horas. Se llama indiferente porque por lo general no se presenta ningún síntoma en un individuo sano; la única alteración es una disminución de la capacidad del ojo para adaptarse a la oscuridad, es decir, una disminución de la visión nocturna debido a que la retina, como una formación de tejido nervioso, es la más sensible a la deficiencia de oxígeno.
  2.  Etapa compensatoria. Se manifiesta por lo general entre los doce mil pies a los quince mil pies, con periodos de exposición hasta de 30 minutos.En esta etapa el organismo, al detectar la deficiencia de oxígeno a través de sus mecanismos nerviosos, realiza maniobras compensatorias orientadas a proveer la mayor cantidad de ese gas, aumentando la frecuencia y la profundidad de las respiraciones (hiperventilación compensatoria) y acelera también la frecuencia del corazón con el propósito de aumentar el gasto cardiaco, es decir, la cantidad de sangre expulsada por el corazón en la unidad de tiempo. A pesar de estas medidas compensatorias, ya se presentan varios síntomas como son: fatiga física, dolor de cabeza, mareo, somnolencia, apatía y cierto grado de indiferencia, que al prolongarse comprometen en alguna forma la salud y la eficiencia del piloto, y consiguientemente la seguridad de un vuelo.
  3. Etapa sintomática. Se presenta por lo general entre los 15 mil y los 20 mil pies de altitud, con periodos de exposición máximos de 15 minutos. El primer síntoma es visión borrosa y una reducción concéntrica (visión de túnel) del campo visual. La deficiencia de oxígeno a esta altitud afecta primordialmente al sistema nervioso, por esta razón la persona afectada no se percata de su condición anormal. Se afectan la memoria, el juicio, el razonamiento y el curso del pensamiento; el tiempo de reacción se alarga, de tal forma que si se presenta una emergencia en vuelo en estas condiciones, el piloto tarda más tiempo en percatarse de la señal de alarma (visual o auditiva) que se activa con la emergencia, y por lo general la acción correctiva que realiza es retardada y errónea. El signo más notorio que se presenta es la cianosis, o sea el color violáceo de las uñas y los labios, como resultado de una deficiencia grave de oxihemoglobina, y aunque al piloto se le den instrucciones de que se ponga la máscara de oxígeno para respirar este gas y corregir su grave condición, es incapaz de hacerlo por él mismo. Otra manifestación de la hipoxia en esta altitud es una alteración de la conducta, consistente en un estado de euforia manifestado con sonrisas de la persona afectada, o en otras con llanto, depresión, agresividad, semejando un estado de intoxicación alcohólica. Finalmente, si la condición se prolonga, empieza a manifestarse un temblor fino de los dedos de las manos que progresivamente va avanzando y acentuándose a las extremidades superiores y al resto del cuerpo, la cianosis se acentúa y el piloto pierde el conocimiento con movimientos convulsivos generalizados.La adaptación o aclimatación a la altitud se da en aquellas personas que radican en forma permanente en zonas altas, las cuales son consideradas arriba de los cinco mil pies sobre el nivel medio del mar. (México: 7,341 pies, Toluca: 8,100 pies y otras capitales andinas como La Paz, Quito, Guayaquil y Cali). Las personas que viven o han nacido a esa altitud, desarrollan mecanismos compensatorios para captar oxígeno, en la siguiente forma: presentan un ligero aumento en la cantidad de glóbulos rojos, llamado poliglobulia, lo cual se produce después de permanecer 90 días o más en lugares altos. Otro sistema compensatorio será un ligero aumento, que puede ser de tres a cuatro respiraciones más por minuto y un aumento de la frecuencia cardiaca, de cuatro a seis latidos más por minuto en una persona sana. Por esta razón las personas que viven en zonas altas no son tan sensibles a la hipoxia al volar en un aparato no presurizado con el que pueden subir hasta 12,500 pies. Médicamente ubicamos a los diez mil pies de altitud sobre el nivel medio del mar, como la barrera fisiológica limitante, aunque se da el caso de que algunas veces quienes llegan a rebasar ese nivel, no perciben su disminución de facultades por no encontrarse con alguna emergencia que les requiera una actitud de coordinación y respuesta rápida.
  4. Etapa crítica. Se manifiesta por encima de los 20 mil pies, con periodos de exposición de cinco minutos. En esta etapa se presentan todos los síntomas de la etapa anterior en una sucesión muy rápida, el piloto pierde el conocimiento y puede morir por paro respiratorio por un estado de hipoxia crítico en esta altitud.
 Tiempo útil de conciencia. (T.U.C.)

Se define como T.U.C. el lapso en el cual una persona es capaz de realizar acciones conscientes y normales a partir del momento en que le falta un aporte adecuado de oxígeno; el T.U.C. se reduce con la altitud de vuelo.

MEDIDAS DE PREVENCION

La medida preventiva más eficiente para evitar los efectos de la hipoxia, es:

• Que el piloto tome conciencia plena de que la hipoxia existe.
• Que sepa que no hay personas inmunes a la hipoxia.
• Que todos los seres humanos requerimos del oxígeno para mantenernos vivos y activos.
• Que el oxígeno debe usarse en la aviación, para respirar por encima de los diez mil pies de altitud, conforme lo señale el altímetro de la aeronave, y no cuando el piloto empiece a manifestar los síntomas de la hipoxia, ya que en este último caso será demasiado tarde, pues como ya se ha señalado anteriormente, el piloto será incapaz de percatarse de su condición anormal y por lo tanto, de corregirla oportuna y correctamente.

Ahora bien ¿ Cómo crear conciencia en el piloto?

Esa conciencia se crea exclusivamente mediante adiestramiento, con un Curso de Instrucción Aeromédica dictado por personal médico y técnico calificado, en el que se le instruye, mediante conferencias complementadas con ayudas audiovisuales (transparencias, videos, etc.), acerca de los riesgos médicos potenciales que implica el vuelo y sus medios de prevención, y en lo referente a la hipoxia en particular, mediante una sesión de entrenamiento fisiológico en una cámara de altitud o hipobárica, en la que se le demuestren, en forma práctica, los efectos de la hipoxia y de la descompresión de cabina, y se le familiarice con el uso de los sistemas de oxígeno para respirar en la aviación.


En las grandes alturas los efectos de la falta de oxígeno a veces no son tan sensibles, las capacidades se van perdiendo paulatinamente, el tiempo de conciencia útil no se puede establecer con exactitud y la muerte ronda en busca de cualquier descuido. En este tema, como en muchas cuestiones de la vida, lo esencial es saber y no confiarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tu comentario